miércoles, 16 de junio de 2010

RibaRoja-FuenteCanaleta-LaCumbre

Una semana más tocaba aplazar la ruta. Llevo casi dos meses posponiendo la ansiada ruta por la Sierra de los Bosques. La lluvia de ayer tarde me hizo dejarla definitivamente para otra semana. Los 1500 metros de desnivel positivo no tienen porqué empeorarse con barro añadiendo peso a las ruedas y quitándoles tracción. Así que dispongo una ruta circular para ir en busca de tres fuentes y un V.G.
Salgo de casa hacia el camino de Les Plantaes y de allí a Vilamarxant. Voy por el camino de la Cossa hacia el Mas de Teulada. El barranco a mi izquierda. No lo cruzaré, pues esto me llevaría a la carretera del Mas de Teulada, prefiero ir por esta otra carreterita interior y con menos tránsito. Poco después giro a la derecha para incorporarme a la carreterita que pasará por entre las casas del Mas. En este camino me aguijonea todo el rato la visión directa del alto de la Carrasquilla y el Pico Hierbas con su caseta de observación forestal.

Bastante agua en el barranco, cosa que no me extraña con lo que llevamos estos últimos meses. Los acuíferos deben estar a tope y los barrancos bajan con caudal continuo, ya casi se han ganado la categoría de ríos. Llego a la Masía y me saludan cansinamente dos perros. Giro a la izquierda hasta la carretera deTeulada y allí a la derecha, por el primer camino de tierra a la derecha otra vez y me dirijo hacia donde tengo marcada la fuente de Teulada. Ni rastro de ella. Pregunto a un trabajador de la comunidad de regantes y tampoco tiene ni idea. 2-0 para la fuente. Al poco pregunto a un agricultor y esto ya es una goleada. Partido perdido y a por otro. Seguiré buscándola en otra ocasión. Cruzo el barranco otra vez. Sigo el camino que serpentea entre los naranjos hacia la carretera de Cheste a Pedralba. La cruzo y continúo hacia la balsa de la Serratilla por un camino exactamente igual que el anterior. Más naranjos y poco más que ofrecer esta antaño tierra de secano. El riego por goteo y sobre todo los pozos de la zona han obrado el milagro de cambiar piedras por tierra fértil, apta para todos los cultivos, o casi. Los montes, a estas alturas ya, mis montes, me tientan obsesivamente con su apabullante proximidad. Llego a un tramo con una bajada impresionante que me dejará al pie de la carretera de Chiva a Pedralba. La tomo a la derecha y unos 500 metros después a la izquierda en dirección al barranco de la Cuchilla. Voy a la izquierda que es donde tengo marcada la siguiente parada del día. Cruzo un puente sobre el barranco y comienzo a ver vegetación creciendo en el fondo. Esto me anima ya que un caudal de escorrentía es más difícil que pueda abastecer esta demanda arbórea. Sigo las indicaciones de “trekki” para llegar junto a una antigua casa de piedra abandonada. Pero de la fuente tampoco hay rastro. Menos mal que no necesito agua. Vuelvo a preguntar a unos agricultores, la fuente de la Teja que es la que venía buscando no la conocen, me indican que por aquí está la fuente de la Canaleta, sin muchos ánimos de celebraciones tras haber perdido ayer la liga ACB frente al Baskonia, regreso hasta el puente y esta vez cojo el camino que quedaba antes a la derecha y recto ahora. Llego hasta el cauce del barranco y mojo las ruedas para limpiarlas del barro de los últimos charcos. A la derecha el camino se acaba a unos metros dentro de un campo de naranjos. Al volver atrás me acerco andando entre la vegetación hasta el cauce del barranco y descubro al otro lado la dichosa fuente. El paraje es más bonito por el hecho de tener agua que por otra cosa. La enmarañada vegetación dificulta el poder acercarse hasta la fuente y tampoco hay un mal sitio donde sentarse a almorzar. En fin, que si estás de paso puedes acercarte a ver este lugar, pero traer al resto del grupo desde Manises se me antoja un suicidio, me van a matar a blasfemias y recordatorios familiares. Segundo fiasco del día. Bueno, eso de segundo; cuando miro a mi derecha y veo allí las montañas y el Sol luciendo ahí arriba… Vamos a por el V.G. a ver si a la 3 va la vencida. Decido recortar un poco por la carretera ya que antes he tenido que pasar por un charco inmenso y no tengo ganas de repetir. Será poco más de un Km. y lo tranquilo de esta carretera me anima a intentarlo. Giro a la derecha para volver a encararme al barranco del Cuchillo. Lo vuelvo a cruzar en el punto donde este camino enlaza con la ruta de Pedralba-Cheste-Pedralba que ya hicimos todo el grupo hace un par de años. Desde aquí será terreno conocido todo el rato hasta el albergue de la Cárcama, el paseo se mete por terreno pedregoso dejando a un lado los excelentes caminos que venía rodando. Llego a un chalet en mitad del monte con visión directa de todo que me deja alucinado.

El paisaje desde aquí es para coger una tumbona y pasarse las horas contemplando el infinito. Justo enfrente una curva del barranco que deba dar miedo con una crecida de agua bajando a toda velocidad. Giro a la derecha obligado por el barranco que invita a bordearlo y observar su tremenda fuerza. Un poco más arriba, junto a un criadero de conejos a modo de vivero, empieza una pronunciadísima bajada que me lleva hasta el cauce del barranco de la Cuchilla, justo a mi izquierda la peña Pardal, a mi derecha se alza la Cumbre; en lo alto de sus casi 400 metros está el V.G. que no tiene acceso por camino, así que, después de haberlo buscado por si acaso, inicio la subida por el otro lado. Tampoco desmerece este lado del valle. Subo al tran tran para no hacer patinar las ruedas en la gravilla y perder tracción en esta rampa del 10% de media. Llegado arriba las primeras gotas se desprenden de unas amenazadoras nubes que han crecido a velocidad vertiginosa. En el desvío decido ir a la derecha hasta el refugio por previsión de lo que pueda caer. Me viene al pelo llegar y empezar la tromba. El refugio está cerrado pero un tejadito de madera de estos que contienen los paneles señaléticos por el monte me servirá de resguardo. La cortina de agua opaca las cercanas cumbres que titilan y bailan en el interior de cada gota. Un minuto después vuelve a lucir un sol radiante.

Me pongo en marcha otra vez ahora sí, en la dirección correcta. Llego al desvío y lo tomo a la derecha hacia la carretera de Chiva. La cruzo para encarar la urbanización Los Visos. Un viejo “catxirulo” en piedra seca aguanta el paso del tiempo a la entrada de la urbanización ahogado por la cercanía de un chalet. Pequeño tramo de asfalto que abandonaré tras la siguiente curva a la derecha para entrar en un tramo de piedras sin calificación de camino, su estado de abandono y deterioro le hacen perder la categoría. Desde lo alto de esta loma se observa un mar de naranjos en la parte de abajo. Descenso técnico debido a las piedras y la considerable pendiente que me lleva más por escalones que por camino. Ya abajo a la izquierda, por camino asfaltado hacia la cooperativa agrícola de Cheste. Antes sin embargo me toparé al otro lado de los campos cultivados la construcción que el sábado nos puso en jaque con su peculiar e inconfundible silueta. Desde la ermita de La Virgen del Castillo de Chiva pudimos ver la cúpula que corona esta casa.

Desde la distancia no lo teníamos del todo claro, pues parecía que la cúpula abarcara todo el edificio, por lo que nos dejó la duda de un edificio religioso o algo así, pero no, es un observatorio astronómico en toda regla. Me queda por buscar la fuente de la Safa, a estas alturas ya pienso en otro fiasco. No tendré ocasión de comprobarlo puesto que las pilas de “trekki” han dicho basta y viendo la hora que es creo que lo mejor es tirar para casa antes de parar a cambiar pilas y de encontrarme otra decepción. Tiro para adelante confiando en llegar a Cheste, y desde allí terreno conocido hasta casa. Efectivamente llego a la cooperativa y me pongo a tirar como un loco para llegar a casa a tiempo de una ducha rápida y comer mientras veo el decepcionante inicio de mundial de la roja. El miércoles que viene, si el tiempo no lo impide rendiré cuentas a la sierra de Chiva.